Como todo comienzo de semana, vuelven las buenas intenciones de retomar el buen camino de la dieta y la alimentación saludable. Ya fueron muchas papitas fritas este fin de semana, así que es justo y necesario una receta liviana pero, lo más importante: deliciosa, para no sufrir tanto el día lunes.
Ya escribí hace un tiempo (y si no lo leyó o no lo recuerda, por favor leer AQUÍ ) que la quínoa es un ingrediente de lo más amigable para agregar a cualquier receta y así hacer una preparación mucho más nutritiva y diferente. Además, tenía ganas de probar unos sartenes nuevos de cerámica que habían en mi casa, en los que NO SE PEGA NADA, realmente geniales, así que son perfectos para hacer omelettes y tortillas sin tener que meter ni una pizca de harina o de aceite. De la espinaca, puedo decir también que es un excelente alimento, ya que contiene mucho hierro, lo que es necesario para no tener anemia y andar todo debilucho por la vida. Además, si lo comía Popeye con tantas ganas, por algo será.
Asi que aquí les dejo esta receta, espero la preparen y les quede rica!
TORTILLA DE ESPINACAS Y QUÍNOA
Ingredientes, para una tortilla grande:
- 3 tazas de espinacas crudas y picadas finas.
- 1 cebollín picado finito.
- Un puñadito de perejil picado finito.
- 1 taza de quínoa cocida.
- 2 a 3 huevos (depende del tamaño, 3 chicos o 2 grandes)
Preparación:
Mezcle las espinacas con el cebollín, el perejil y la quínoa. Agregue sal y pimienta. Incorpore los huevos y mezcle bien. Ponga esta mezcla en un sartén antiadherente de verdad y espere a que se vea firme por encima. Luego voltee la tortilla y deje que se cocine por el otro lado.
Puede acompañarse con ensalada surtida o si no está a dieta permanente como yo, con arroz o puré quedaría buenísimo.
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