Si el plan de almuerzo o cena lleva carne, pollo o pescado sin mayor elaboración, podría arriesgarse a variar del puré, arroz o fideos para usar como acompañamiento. Lo mejor de esta idea, es que no tiene mayor ciencia que poner todo en una fuente resistente al calor, meter al horno y listo! Si tiene harta gente invitada a comer, se facilita la pega, poniendo la fuente al medio de la mesa y que cada quién se sirva.
Obviamente como esta chef frustrada cree firmemente en la autodeterminación del ser humano, esta receta es sólo una base, Ud. siéntase con toda la libertad del mundo para quitar o agregar ingredientes, según lo que tenga a la mano. Creo que acá los únicos imprescindibles serían las papas y la mantequilla, todo lo demás queda a su (des)criterio.
PAPAS GRATINADAS
- 6 papas grandes (cocidas y peladas)
- 1 bandeja de champiñones.
- 3 cebollines.
- 1 pimentón rojo.
- 2 dientes de ajo.
- 1 pote de crema espesa.
- 1/4 paquete de mantequilla chico.
- Queso reggianito para rallar.
Corte las papas en láminas gruesas y acomodelas ordenadas en una fuente apta para el horno. Encima de las papas coloque los champiñones laminados, el pimentón en tiritas y los cebollines (con la parte verde también) y ajos, en cortes pequeñitos. Distribuya por encima la mantequilla, la crema en cucharaditas, sal, pimienta y ralle por encima el queso. Si no tiene de ese queso, es preferible que use cualquier queso mantecoso antes que el queso rallado que viene en sobre, para que se derrita de verdad y le quede rico.
Ponga al horno, tapado con papel aluminio, unos 10 a 15 minutos, luego destape y deje unos 5 minutos más.
En
esta receta las proporciones van como para gente fifí. Si le gusta la
cosa más grosera, puede animarse a poner más crema y queso, cuidando
siempre, eso si, de no tapar los sabores.